Aprender a programar es mucho más que escribir código. Es adquirir un “sistema operativo” mental para resolver problemas de forma estructurada y creativa, una habilidad esencial para cualquier campo en el siglo XXI.
Pensamiento lógico y algorítmico
Aprenden a descomponer un problema gigante en una secuencia de pasos pequeños y manejables.
Abtracción
Desarrollan la capacidad de centrarse en lo importante y filtrar el “ruido” para encontrar la solución más eficiente.
Resolución de problemas
Se acostumbran a enfrentar errores (bugs) no como un fracaso, sino como un puzle que deben resolver con ingenio.
Resiliencia y paciencia
Entienden que los grandes proyectos requieren tiempo, iteración y la perseverancia para superar la frustración.